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jueves, 12 de septiembre de 2013

LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC) Y LAS BRECHAS DIGITALES

LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC) Y LAS BRECHAS DIGITALES

Según Castells (1997), la sociedad informacional es ante todo una sociedad-red en la que las diversas formas de interrelación social se producen mediante interconexiones a través de redes tecnológicas (Castells, 1997 citado en Quiroz, 2005).
En la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMS), organizada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, realizada en Ginebra en 2003, se estableció una serie de principios; por ejemplo, constituir una sociedad que esté centrada en el amplio desarrollo de la persona, en la que todos puedan consultar, utilizar y compartir información. En este documento se menciona que las TIC no solo promueven el desarrollo de la sociedad, sino también mejoran la calidad de vida de las personas. Asimismo, se estableció que “la educación, el conocimiento, la información y la comunicación son esenciales para el progreso, la iniciativa y el bienestar de los seres humanos” (artículo 8). Reconocen que las TIC repercuten en todos los ámbitos de la vida: “El rápido progreso de estas tecnologías brinda oportunidades sin precedentes para alcanzar niveles más elevados de desarrollo” (artículo 8). Finalmente, señalan que las TIC reducen el tiempo y la distancia y que, por primera vez en la historia de la humanidad, se ha encontrado un instrumento adecuado para vencer muchos obstáculos en beneficio de millones de personas en todo el mundo.
Entonces, se puede observar que la mayoría de gobiernos del mundo, la sociedad civil y el sector privado reconocen la importancia de las TIC en el desarrollo de la sociedad actual.
Para Sunkel (2006), las TIC son herramientas y procesos para acceder, recuperar, guardar, organizar, manipular, producir, intercambiar y presentar información por medios electrónicos. Estos incluyen hardware, software y telecomunicaciones en la forma de computadoras y programas, como aplicaciones multimedia y sistemas de base de datos.
Del mismo modo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) (2010) define las TIC como “sistemas tecnológicos mediante los que se recibe, manipula y procesa información y que facilitan la comunicación entre dos o más interlocutores” (p. 40). Sin embargo, señalan que las TIC no funcionan como sistemas aislados, sino cuando están interconectadas en red.
En este trabajo de investigación se define como TIC al conjunto de tecnologías, ya sea de forma visual, escrita o auditiva, por el cual se adquiere información, mas no conocimiento. Lo derivado de estas nuevas herramientas son utilizadas en la enseñanza; por ejemplo, la videoconferencia, las páginas web e incluso el uso de internet.
Concepto el sobre uso de internet
El uso de internet ha sido estudiado desde que internet se popularizó a mitad de la década de 1990. Para Castells (citado en Quiroz, 2008), la aparición de internet está siendo comparada con el desarrollo de la red eléctrica y el motor eléctrico que permitieron el establecimiento de las fábricas y las grandes empresas. Y señala también que actualmente internet es la base tecnológica de la era de la información. McLuhan (1967), el autor del concepto de aldea global, había señalado que el medio es el mensaje; sin embargo, actualmente se está sosteniendo lo contrario: “internet es un canal de mediación, es el medio, no el mensaje” (Graner, Castellana, Sánchez-Carbonell, Beranuy y Chamorro, 2006). Para llegar a tal aseveración, se entiende como uso de internet a la fuente de información, comercio y entretenimiento. Internet está siendo considerada como una superautopista de la información y comunicación (Graner et als, 2006).
Por otro lado, Piscitelli (citado en Quiroz, 2008) sostiene que internet se ha convertido en el espacio donde se enseña, se aprende, se negocia y se vende, se disfruta, se establecen relaciones de muchos a muchos, y las personas se entretienen.
Del mismo modo, Bringué y Sádaba (2008) consideran a internet como un medio universal por muchos aspectos, también por lo múltiples o variados que pueden ser los lugares de acceso.
Otros autores consideran a internet (Muñoz-Rivas, Navarro y Ortega, 2003) como el medio de comunicación, de ocio y de obtención de información que se está convirtiendo en una herramienta necesaria en la sociedad occidental, de tal manera que este medio tecnológico va a permitir el acceso a los diversos contenidos visuales y audiovisuales que existen en diversos campos del saber y desde cualquier lugar del mundo.


Origen de internet
Licklider (1962) planteó el concepto de red galáctica y se imaginó un grupo de computadoras interconectadas a través de las cuales las personas podrían tener acceso rápidamente a datos y programas ubicados en cualquier lugar (Silva, 1999). Sin embargo, fue Lawrence G. Roberts (1965) quien conectó dos computadoras que se encontraban una en Massachusetts y las otras dos en California a través de una línea telefónica conmutada de baja velocidad. De esta manera, se creó la primera red de área amplia (Silva, 1999, p. 9).
El origen de internet está relacionado con la idea de un probable ataque militar de la entonces Unión Soviética a Estados Unidos (Cuna, 1999, citado en Silva, 1999), pero, según Pedreira (2004), el Departamento de Defensa de Estados Unidos era el mayor comprador de computadoras y necesitaba abaratar costos. La Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación (ARPA) aprobó el proyecto y se invirtieron diez millones de dólares. De esta manera, se creó ARPAnet, es decir, la red del ARPA, cuyo objetivo era hacer posible el intercambio de información entre computadoras distantes, compartir archivos y otros recursos. Finalmente, fue el Pentágono el que inició el proyecto definitivo utilizando supercomputadoras de alta velocidad.
El primer nodo de información se dio entre la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y el Stanford Research Institute. El primer contacto entre ambos ocurrió el 2 de setiembre de 1969, fecha de inicio de la red de internet (Dodge, 1999, citado en Silva, 1999). Posteriormente, fueron agregadas la Universidad de California en Santa Bárbara y la universidad de UTAH. Es así que ARPAnet conectó todas las agencias y proyectos del Departamento de Defensa de Estados Unidos. En 1971, llegó a agrupar 23 redes que conectaban universidades y centros de investigación gubernamentales, a las que se sumaron al año siguiente 50 instituciones diseminadas en todo Estados Unidos (Silva, 1999, p. 11).
En 1984, la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos creó su propia red informática de comunicaciones, NSFNET, y en 1988 comenzó a utilizar ARPA-Internet como eje troncal. En febrero de 1990, ARPANET fue desmontado. El Pentágono encargó la gestión de internet a la NSF. Sin embargo, como las telecomunicaciones se encontraban en pleno apogeo, la NSF procedió inmediatamente a la privatización de internet. Fue el Departamento de Defensa el que financió los protocolos de los ordenadores fabricados por empresas norteamericanas en los años ochenta. Para 1990, la mayoría de computadoras en Estados Unidos estaban capacitadas para funcionar en red. En 1995, se cerró la NSFNET y se dio paso al uso privado de internet (Guazmayán, 2004, p. 22).
Entonces, el surgimiento de internet, si bien estuvo en los proyectos de ingenieros e investigadores, fue desarrollado por la inversión del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Finalmente, recibió la ayuda de las universidades y, luego, cuando ya estaba casi terminado, fue trasladado al campo privado. Es, por lo tanto, el producto de muchas fuerzas. Sin embargo, tal como se conoce ahora internet, también tiene su antecedente en el desarrollo de la world wide web (www).

Desarrollo de la telaraña mundial de internet
Al principio internet fue usado como herramienta por académicos o personas con ciertos niveles técnicos o aficionados a las computadoras. Es que usar internet no era sencillo para la mayoría de personas, hasta que Tim Berners-Lee creó la world wide web (o telaraña mundial), un programa de cómputo que actúa de forma similar al cerebro humano, pues vincula unos pensamientos con otros (Quittner, 1999, citado en Silva, 1999).
La world wide web es la responsable de la popularización de internet, porque, sumada a un módem, hace posible la conexión a internet. El aspecto exterior de la world wide web son las conocidas páginas web. Silva (1999) cita la definición del creador de la telaraña mundial, Tim Bernes-Lee, quien indicó que la world wide web como “una forma de ver toda la información disponible en línea en internet como un continuo sin rupturas. Utilizando saltos, hipertexto y búsqueda, el usuario navega a través de un mundo de información parcialmente generado por computadoras, de las bases de datos existentes y de los sistemas de información” (p. 31).
Bernes-Lee elaboró el software que permitió obtener e introducir información de cualquier computadora interconectada a través de internet. Junto con Robert Cailliau, construyó un programa navegador llamado world wide web. En 1991, esto fue divulgado por la red y desde entonces cientos de investigadores y hackers de todo el mundo introducen nuevas ideas y aplicaciones. De esta manera, apareció el primer navegador Mosaic (Guazmayán, 2004, p. 27). Simultáneamente, Bill Gates, en 1995, reconoció el enorme potencial de internet y lanzó Microsoft Internet Explorer. Entró así a competir con otro navegador, el Netscape. En esta etapa, también se desarrollaron diversos buscadores de información como Yahoo, Excite, Infoseek, Inktomi, Northern Light y Altavista. El buscador más utilizado en gran parte del mundo y especialmente en el Perú es Google (1998).
La web se caracteriza porque presenta los siguientes elementos: hipertexto, que es un sistema que permite saltar de un lugar a otro; multimedia, que hace referencia al tipo de contenido que se puede manejar (texto gráficos, video, sonido y otros); e internet, la base sobre la que se transmite la información (Silva, 1999, p. 33).

Los usos de internet          
Los usos que se dan a internet son variados e incluso en simultáneas actividades.
”Las tecnologías de red —internet, por ejemplo— tienden a desenvolverse de manera tal que hacen posibles innumerables convergencias, no solo entre diversos medios de información y comunicación, sino, más allá, entre múltiples y diferentes actividades que hasta hoy se hallaban separadas por la división y organización del trabajo. Desde ya, internet aparece como una malla de redes que combina oportunidades de negocio, servicios de información, correo electrónico, medio de entretención, modos de enseñanza y aprendizaje, nuevas formas de contacto entre las empresas y consumidores, acceso a bancos de datos, funciones de museo, prestaciones bancarias y financieras y muchos más” (Dyson, 1999, citado en Brünner, 2003, p. 56).

       Uso informativo de internet. Bringué y Sádaba (2008) consideran que internet es el medio informativo más poderoso que jamás ha tenido la humanidad. Citan, por ejemplo, que de enero a marzo de 2008 se crearon 4.5 millones de nuevos sitios en internet. Según estos autores, tales sitios están referidos a la búsqueda de información en la world wide web.

       Uso comunicativo de internet. El informe de la Encuesta Nacional de Hogares (INEI, 2010) considera el uso de internet para comunicarse cuando se usa el correo electrónico o el chat. Del mismo modo, Bringué y Sádaba (2008) consideran que comunicarse es una actividad en internet cuando el principal fin es la relación social.

       Uso educativo de internet. Está referido a actividades relacionadas con la educación formal, como actividades de capacitación.

       Uso de internet para el entretenimiento. El INEI (2010) coloca como indicadores a las actividades de entretenimiento: jugar en red, así como obtener películas o música.
Las brechas digitales en internet
Las cumbres mundiales realizadas en Ginebra (2003) y Túnez (2005) han tenido como objetivo eliminar la brecha digital entre los pueblos del mundo, es decir, promover el acceso a las TIC. Una de las causas es el elevado precio de la licencia de software, lo cual impide el acceso a internet. Actualmente, se afirma que existe una “brecha digital” entre los países en vías de desarrollo y los países del Primer Mundo (Frick, 2007). Del mismo modo, Frick (2007) señala que hay pobreza digital y menciona indicadores de acceso a las nuevas tecnologías. En el caso peruano, señala que solo el 7% de la población puede conectarse a internet. Frick (2007) sostiene igualmente que, si bien la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas puede interpretarse como un indicador de modernización, de desarrollo social y cultural, también puede considerarse como una reproductora de las desigualdades sociales existentes.
Frick (2007) enfatiza que la “brecha digital” puede crear diferencias entre jóvenes de la misma edad de Europa y de países latinoamericanos. Esta distancia entre ambos grupos está asociada principalmente a las diferencias entre las áreas rurales y las urbanas, y a la disponibilidad de recursos financieros, porque no todos pueden pagar la conexión a internet y también porque las licencias de los softwares en la mayoría de países latinoamericanos tiene un costo elevado.
Otro obstáculo se relaciona con el acceso sociocultural; Frick (2007) hace referencia a factores como las capacidades, los conocimientos, el nivel educativo y el idioma.
En este sentido, Brünner (2003) indica que internet no ofrece iguales oportunidades de acceso a las diferentes sociedades y, por lo tanto, a los diferentes grupos que lo conforman. Señala asimismo que la red está reproduciendo las desigualdades existentes en infraestructura, tecnologías, conocimiento y poder mundial.
Es decir, la diferencia entre los países desarrollados con un mayor nivel per cápita y los países pobres repercute en el acceso a las nuevas tecnologías. Mientras el mundo proclama que las TIC son una ventana de acceso universal, aparece la “brecha digital”, que se crea principalmente por motivos económicos, educativos y hasta por el uso del idioma.
Brecha digital por género
Desde que internet se popularizó, se han realizado estudios que investigan sobre su uso por género. Por ejemplo, Vílchez (2003) señala que estudios realizados en diferentes colleges y universidades en Estados Unidos sostienen que hay diferencias de género e indica entre las razones a la ansiedad ante el uso de la informática, la experiencia previa en el hogar y la capacitación recibida. Una de las ideas relevantes mencionadas es que las mujeres presentan mayor ansiedad ante el uso de la informática que los varones y que los niños son alentados, permanentemente, a buscar y usar computadoras (Gurain, 2001, citado en Vílchez, 2003).
En otro estudio realizado en Singapur (Long y Al-Hawamdeh, 1999, citado en Vilchez, 2003) diferenció que los muchachos prefieren jugar en internet desde su hogar y las chicas prefieren las lecciones de clase a través de la web. Por otro lado, Harris (1999), Heimrath y Goulding (2001) y Tarling (1997, citado en Vílchez, 2003) señalan que hay un condicionamiento social que tiende a reforzar estereotipos sexuales como “las computadoras son cosa de hombres”. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: los varones usan internet durante más tiempo que las mujeres. Hay una preferencia femenina tanto en el uso del correo electrónico como en consultar páginas web. Las razones para usar internet son muy variadas: desde jugar en red y conocer personas hasta mantenerse al día en una profesión o buscar trabajo, así como también estar informado.
Por este enfoque se entiende que hay una “brecha de género” (Harris, 1999, citado en Vilchez, 2003) donde se concluye que la mujer ha sido marginada dentro de la innovación tecnológica. “…la menor destreza informática de las mujeres explica por la existencia  de una mentalidad masculina que tiende a reforzar los roles sexuales tradicionales en la educación de hombres y mujeres, tanto en el colegio como en la universidad y en los institutos superiores”. (p.36)
Finalmente, Vilchez (2003) señala que tal proporción entre hombres y mujeres se está equilibrando porque en el caso de la destreza femenina en el área de comunicación es superior a la de los varones,  especialmente en el uso de correo electrónico, lista de interés y mensajería electrónica. (Boneva y Kraut,2001;Savicki, Kelley y Lingenfelter,1996; citado en Vilchez, 2003)
En el caso peruano, según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho, 2010) se muestran desigualdades por género: “El 35.1% de la población masculina hace uso de internet, mientras que entre la población femenina el porcentaje se reduce a 27.7%”.
Otros autores (Su, Fung y Hanafi, 2008) revisaron la literatura existente en el tema de género e internet y la mayoría de los hallazgos (Nachmias, Mioduser Shemia, 2000; Madel y Muncer, 2004; Sherman, Kraan, Campell, Birchmeier y Klausner, 2000; citado en Su et al., 2008) han revelado que las mujeres están en desventaja en el uso de internet en comparación con sus homólogos masculinos.
Del mismo modo, Chen y Fu (2009) indicaron que si bien la brecha de género en el uso de computadoras se está cerrando entre varones y mujeres, también precisan que los varones adolescentes utiliza internet para juegos (Chan y Peng, 2008; Davies y Chappell; Lin y Yu, 2008; Odell, Korgen, Schumacher y Delucchi, 2000; Sherman, Kraan, Campbell, Birchmeier   y Kluasner, 2000; citado en Chen y Fu, 2009). Los investigadores  Chen y Fu (2009) afirmaron que los niños pasan más tiempo por semana en el uso de internet que las niñas (Lin y Yu, 2008; citado en Chen y Fu, 2009). En una encuesta nacional en Taiwán, las estudiantes mujeres reportaron el uso significativamente mayor del correo electrónico y los varones pasaban más tiempo jugando en línea (Chen y Peng, 2008, citado en Chen y Fu, 2009). Otra información que llamó la atención de los investigadores fue que los adolescentes varones y mujeres se diferencian considerablemente en el lugar donde acceden a internet. Los niños acuden con más frecuencias a los cibercafés (cabinas públicas) y las niñas  prefieren el hogar o la escuela como lugar de acceso a internet. (Hsu y Chuang, 2008; Lin y Yu, 2008; Wu y Cheng, 2007; citado en Chen y Fu, 2009).
Por otro lado, Hargittai y Shafer (2006) sostuvieron que, a pesar que las desigualdades de género en el acceso a internet ya no son una preocupación en los Estados Unidos, encontraron diferencias importantes en las actitudes a internet, intensidad, frecuencia de uso y habilidad del usuario difieren por género. Citaron, por ejemplo que los hombres presentan una mayor puntuación en autoeficacia de la informática (Corston y Colman, 1996; Durndell y Thomson, 1997, Miura, 1987; Torkzadeh y Van Dyke, 2002; Whitley, 1997; citado en Hargittai y Shafer, 2006). En cambio, las mujeres muestran menos confianza y más malestar en la autoeficacia informática (Brosnan, 1998b; Dickhauser y Stiensmeir Pelster, 2002; Schumaher y Morahan-Martin, 2000; Shasshaani, 1993; citado en Hargittai y Shafer, 2006).   Del mismo modo estos mismos autores aseveraron que los hombres de todas las edades y contextos pasan más tiempo en línea que las mujeres (Busselle, 1999, Durndell y Thomson, 1997; Kelsey, 2002; Kennedy, Wellman y Klement, 2003, Schumaher y Morahan-Martin, 2000; Hargittal y Shafer, 2006) y son los usuarios más intensos de la media (Ono y Zavodny, 2003; citado en Hargittai y Shafer, 2006). Del mismo modo indicaron que muchos autores señalan que estas diferencias se reflejan en la brecha de género en el uso del tiempo libre. (Green, 2000; Kelsey, 2002; Kennedy, Wellman y Klement, 2003; Lally, 2002; citado en Hargittai y Shafer, 2006)
Finalmente, en un estudio realizado por Castaño (2009) quien se basó en datos del Instituto Nacional de Estadística de España (INE,2006) observó que un 52.2% de las jóvenes españolas de 16 y 24 años usan internet entre 1 a 5 horas mientras que los varones en un 45.3% están conectados a internet entre 5 y 20 horas. Castaño (2009) explica que la variable de género es una de las más relevantes a la hora de explicar los retrasos, diferencias y desigualdades en el uso de internet y las TIC. Señala que la presencia de menores en el hogar favorece que exista una computadora en casa, pero, a la vez, a las mujeres les falta tiempo para usarlos, porque deben cuidar a los niños, especialmente cuando son muy pequeños (Liff y Sheperd, 2004, citado en Castaño, 2009).

Brecha digital por edad
Los “nativos digitales” (Prensky, 2001, citado en García, Portillo, Romo y Benito, 2002) son los que han nacido con la red, es decir que están familiarizados con las TIC desde temprana edad. En cambio, los “inmigrantes digitales” son los que han debido aprender el uso de estas nuevas tecnologías. Por ello, se observa que son los jóvenes y adolescentes los mayores usuarios de internet. Sin embargo, esto ha traído como consecuencia una brecha digital por edad.
Esta brecha generacional y el uso de la tecnología explicarían lo comentado por Albero (2002), quien afirma que los docentes tienen cierto temor o rechazo a las nuevas tecnologías, porque sienten que los alumnos saben más que ellos. También analizó el rol de la familia, que, si bien considera importante el uso de internet para el aprendizaje, pocos padres detectan las dificultades que tienen sus hijos para sacar el máximo provecho de internet como fuente de información.
Otra explicación dieron los investigadores Graner, Castellana, Sánchez-Carbonell, Beranuy y Chamorro (2006), quienes observaron que los jóvenes utilizan internet por motivos académicos y laborales, mientras que los adolescentes lo utilizan más con fines lúdicos. Además, explican que la adolescencia es un período psicosocial en el que los adolescentes buscan el establecimiento de un grupo de iguales, que, a la vez, sean personas significativas. En cambio, los jóvenes buscan una estabilidad profesional, personal y social.
En Estados Unidos, mientras tanto,  Kraut, Brynin y Kiesler (citado en Strom y Robert, 2009) observaron en 73 hogares de clase media de Pittsburg, con acceso libre a internet, que fueron los adolescentes quienes usaron internet seis veces más del tiempo que sus padres. Además, los adultos se sintieron impotentes al no poder resolver problemas en la computadora.
En el Perú, los resultados del Enaho (INEI, 2010) revelaron que el 55.4% de la población entre 19 a 24 años son los mayores usuarios de internet. En segundo lugar se ubican los adolescentes de 12 a 18 años con un 51.4%, mientras que los niños de 6 a 11 años ocupan el tercer puesto con un 23.3%. Sin embargo, los adultos mayores están en la última fila con un 4.6%.
Brecha digital educativa
La brecha digital estuvo referida a esa distancia que existe entre todos aquellos que tienen acceso a la tecnología y a los que, por no contar con una serie de recursos, no pueden acceder a ella. Sin embargo, la escuela se presenta en un lugar propicio en el aprendizaje para el uso de internet. Quiroz (2008) sostiene que las TIC no son usadas en las escuelas porque la mayoría de docentes no está capacitada para aplicarlas. Quiroz afirma también que la “brecha digital” no es estrictamente tecnológica, de acceso, sino que se trata de una brecha educativa, “porque a través de la educación aprendes a hacer un uso adecuado de internet, insertándolo adecuadamente en la propuesta educativa. Ahí está la mayor brecha digital, no solamente en el acceso, sino en la parte educativa” (Quiroz, 2008b).
Quiroz (2008) menciona también que se deben dar las herramientas a los educandos para que puedan decodificar la información, analizarla y entender las diferentes fuentes.
Para otros autores (Sunkel, 2006), no se trata de instalar tecnologías en las escuelas, sino más bien en la capacitación de los docentes, para que puedan integrarlas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. El investigador precisa que se debe tener en cuenta que la mayoría de profesores fueron educados de manera tradicional porque no están familiarizados con las TIC ni sus lenguajes. Del mismo modo, indica que la resistencia para el uso de las TIC en la educación se encuentra en los propios docentes, quienes ven en las TIC una amenaza porque pueden perder su principio de autoridad en el aula de clase, ya que las TIC ofrecen mucho más información de la que el profesor puede saber (Sunkel, 2006, p. 44).


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